LA DIGNIDAD HUMANA Y LA LIBERTAD PARA ELEGIR
por el Profesor James R. Otteson

Vídeo original: http://www.learnliberty.org/content/human-dignity-and-freedom-choose


Pensar en si permitir que la gente escoja libremente me recuerda a una anécdota personal.

En segundo de instituto fui a un colegio católico para varones y el Padre Ray, que nos enseñaba religión, quiso ilustrarnos por qué Dios dio a los seres humanos libre albedrío. Y esta es la historia que utilizó. Dijo: imaginaos que vais andando por la calle, que viene andando hacia vosotros una hermosa mujer y que tenéis el poder de chasquear los dedos y hacer que ella, instantáneamente, se enamore locamente de vosotros. Imaginad que tuvieseis esa habilidad. Por supuesto, nos imaginamos esa habilidad siendo estudiantes de 14 años. Y él dijo, ¿qué sería incluso mejor que esa habilidad? Y, por supuesto, lo pensamos también – chicos de 14 años. Y él dijo no, no, lo que sería incluso mejor que tener esa habilidad es si ella se enamorase de vosotros voluntariamente. Esto es una enseñanza moral muy profunda. El argumento del Padre Ray es que eso explicaba por qué Dios nos dio libre albedrío. ¿Podría Dios habernos ordenado obediencia? Por supuesto, es Dios. Pero eso hubiera sido degradante tanto para nosotros como para Él. Hubiera sido no respetarnos como agentes morales.

Pero, podemos dejar a un lado la parte religiosa de esto y sólo pensar en la moraleja. Respetar a una persona como agente moral significa darle la oportunidad de escoger; incluso a sabiendas de que a veces escogerá mal, a veces escogerá lo que no debería, a veces escogerá cosas de las que se arrepentirá después. Respetar la dignidad de un ser humano es dar a esa persona la libertad de escoger; bien y, a veces, sí, mal. Y esta perspectiva moral está realmente en el núcleo del liberalismo clásico.


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